lunes, 10 de febrero de 2014

El cine venezolano celebra



Venezuela está de fiesta debido a que nuestro cine ha sido honrado con un premio Goya, ganado por la película “Azul y no tan Rosa” dirigida por mi amigo Miguel Ferrari. Este premio representa un gran reconocimiento al esfuerzo y tenacidad de un gran equipo de trabajo compuesto por el director, la directora de fotografía, los foquistas, vestuaristas, maquilladores, tramoyistas, editores, script y un hermoso elenco encabezado por los actores Guillermo García, Sócrates Serrano, Nacho Montes, Hilda Abrahamz, Carolina Torres, Arlette Torres, Elba Escobar, Juan Jesús Valverde, Beatriz Valdés y Daniela Alvarado, compañeros de este oficio sagrado que es la actuación.

    Un Goya como “mejor película iberoamericana” es una distinción magnífica que genera una alegría en los venezolanos y un aliciente para que los realizadores cinematográficos noveles y experimentados sigan creando, sigan soñando. Yo tuve el gusto de ver la película en el Festival de cine venezolano que se celebra en la ciudad de Mérida,  Azul y no tan Rosa es una película cargada de matices, de llamados de atención hacia la tolerancia y el respeto del otro, la aceptación de las preferencias sexuales de las personas y la familia como eje. Me alegra profundamente saber que esta película tan bien lograda desde su concepción haya sido galardonada con ese Goya tan esperado.

    Últimamente el cine venezolano ha sido galardonado fuera de nuestras fronteras, Pelo Malo de Mariana Rondón obtuvo la Concha de Oro en el Festival de San Sebastian, Esclavo de Dios fue premiado en el Festival de California, Brecha en el silencio de Luis Andrés Rodríguez ganó tres premios en el Festival de Cine del Cairo y fue pre nominada al Oscar. Todas estas premiaciones forman parte de nuestro acervo, de la historia de nuestro cine venezolano que ya arribó a sus primeros 117 años, de los cuales yo he trabajado en el cine durante unos 38 años y los que faltan. Así como dijo Miguel Ferrari durante sus discurso de recibimiento del premio ¡Viva Venezuela!.

Pedro Durán